1. Calentar el wok a fuego medio, luego tostar las guindillas enteras sin aceite durante 1-2 minutos, presionar con la espátula hasta que se formen manchas oscuras en la piel y poner en una fuente. A continuación, tostar también brevemente el comino y añadir a la guindilla.
2. Calentar el aceite en el wok a 2/3 del fuego, dorar la cebolla durante 3 minutos hasta que coja un tono marrón. Incorporar a la fuente con la guindilla.
3. Poner un poco de aceite y freír la carne a fuego muy fuerte en 2 etapas. Para que no se queme, es importante remover bien con la espátula.
4. Incorporar también la carne sofrita a la guindilla y el comino.
5. A continuación, rehogar brevemente a fuego medio el ajo con un poco de aceite, luego incorporar la carne con la cebolla, la guindilla y el comino.
Por el borde del wok, ir incorporando poco a poco la mezcla de soja, vinagre de aceite y azúcar.
6. Mezclar todo bien y reducir el líquido.
Si es necesario, condimentar con un poco de sal marina.
7. Quitar el wok del fuego e incorporar el aceite de sésamo con el cilantro picado.